El Pont de Suert, pequeña capital de L’Alta Ribagorça, con 2.300 habitantes aproximadamente. Cerca del pantano de Escales, que, alimentado por la Noguera, hace honor a la comarca. Pequeño municipio con encanto natural y con oferta turística considerable. Lo proponemos para adentrarnos hacia uno de los puntos más bellos y admirados del Pirineo leridano y catalán, la Vall de Boí. Así, con la moto saliendo del término de El Pont de Suert hacia el norte, la carretera L-500, de El Pont de Suert a Caldes de Boí, nos llevará a la Vall de Boí al cabo de unos 30 km.
La Vall de Boí, románico por excelencia y puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, entre valles y cordilleras. Una carretera bastante llana y paisajísticamente excelente que atraviesa el valle antes de que ascendamos por la L-501, si nos va bien, hacia el resort esquiable de Boí-Taüll después de haber visto el románico de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, que forma parte del conjunto románico de ocho iglesias y una ermita declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. También es interesante hacer una visita al balneario de Caldes de Boí.
Después de estos primeros y espectaculares 70 km (aprox.), y de vuelta a El Pont de Suert, cambiaremos de carretera y tomaremos la N-260 atravesando la Faiada de Malpàs y, en una carretera en buen estado, de curvas rápidas y buen asfalto, pasaremos varios pueblos hasta llegar, al cabo de unos 29 km, a Senterada, donde giraremos en dirección norte tomando la carretera local L-503, que nos llevará hasta el excepcional paraje de la Vall Fosca/La Torre de Capdella.
La Vall Fosca, situada al norte de la comarca del Pallars Jussà, es un escenario sugerente en el que conviven armónicamente el agua, la montaña, la más variada vegetación y diversas especies de animales. El valle comienza a 800 m y el pueblo más alto es Capdella, que se encuentra a 1.420 metros de altitud y que cierra el conjunto de 19 núcleos rurales que conforman la Vall Fosca.
Retomaremos la L-503 nuevamente hasta Senterada, donde volveremos a coger la N-260 para acabar de llegar, en solo 10 km, a La Pobla de Segur.
Salàs de Pallars, pequeña población de 365 habitantes, dispone de un recinto medieval fortificado y de las tiendas museo, unos espacios de época con la exposición y divulgación de bienes de consumo cotidianos. Así, se puede ver la recreación de una tienda de comestibles, una farmacia, un estanco, una barbería, un bar/taberna, etc.
Tremp, capital de la comarca del Pallars Jussà, con unos 6.300 habitantes. El municipio se extiende entre la zona del Prepirineo catalán, al oeste de la cuenca del río Noguera Ribagorçana, y al este del Noguera Pallaresa. El núcleo central del municipio está situado sobre una pequeña meseta dentro de la cuenca de su mismo nombre, a 468 metros de altura sobre el nivel del mar. La Conca de Tremp, o Conca Deçà, constituye una comarca natural, delimitada por las sierras y montañas de Montllobar (1.125 m), Lleràs (1.678 m), Comiols (1.356 m), Sant Gervàs (1.834 m), Boumort (2.070 m ) —con una gran riqueza faunística (ciervos, rebecos, buitres, quebrantahuesos, etc.)— y Montsec d’Ares (1.678 m).
Antes, sin embargo, nos encontramos con La Baronia de Sant Oïsme, un pequeño pueblo de una gran belleza paisajística, situado en la cima de una roca sobre el pantano de Camarasa. Está formado por un conjunto de casas ubicadas bajo una torre de defensa y la iglesia de Sant Bartomeu.
Camarasa es un pequeño municipio que no llega a los 1.000 habitantes de la comarca de La Noguera. Dejaremos el municipio y cogeremos una carretera comarcal hacia Cubells —cuenta con la iglesia románica de Santa María del Castell—, unos 8 km fáciles y rectos que nos harán de enlace para hacer los últimos 70 km subiendo hacia el norte por la C-26 y, posteriormente, por la C-14, que nos llevará a Oliana tras conducir por una carretera rápida, parcialmente panorámica y con buen asfalto. Esta zona, bañada por el río Segre, tiene una ruta magnífica enmarcada por los pantanos de Rialp y Oliana.
Oliana es un pequeño municipio de 1.900 habitantes de L’Alt Urgell y con un importante legado de civilizaciones. Destacamos los pozos de hielo y la ermita románica de Sant Andreu del Castell, situada en una colina con bonitas vistas de la población. El fin de nuestro trayecto.